Las hipotecas subrogadas son aquellas en la que la persona interesada en adquirir un inmueble pasa a ser el titular de una hipoteca existente en la casa o piso que desea adquirir. Es un proceso por el cual una persona compra una casa la cual tiene una hipoteca sobre ella y se convierte en deudor hipotecario de la misma, tiene ciertos requisitos bien claros, uno de ellos estipula que son las entidades bancarias las que autorizan este tipo de movimientos, ya que, si el comprador no reúne las condicionantes crediticias o el anterior titular de la hipoteca, tiene un mal historial de pagos, el banco puede negarse a aceptar al nuevo deudor. Un dato no menor, es que el nuevo deudor, separa del monto a pagar por la compra, la parte que corresponda a la deuda hipotecaria del anterior titular. La subrogación hipotecaria resulta un sistema muy ventajoso para todas las partes, solo se debe ser cuidadoso, analizando de forma metódica, cada una de las partes del contrato, buscando de esta forma que todo lo que allí se acuerde sea exactamente lo que tanto el nuevo deudor, como el vendedor y la entidad financiera estipulen para que se vean contemplados sus intereses.

Tipos de subrogación

Subrogación expresa: Cuando se adquiere una hipoteca por este tipo de subrogación, se debe asistir al organismo jurídico donde se firmará el contrato de compra – venta, y allí es donde se acepta las condiciones del cambio de titular de la hipoteca, es una forma que da las mayores garantías para todas las partes que participan en el negocio.

Subrogación táctica: Para este caso se da la situación en que el deudor anterior y el nuevo acuerdan la subrogación sin que la entidad financiera de conformidad, esta forma tiene bastantes desventajas, siendo una de ellas el no recibir certificado notarial por el pasaje de hipoteca, aunque el banco siga operando con el nuevo deudor, haciendo cumplir con los plazos y cuotas de la hipoteca.

Todas las ventajas que la subrogación de hipotecas ofrece

  • Una de las principales ventajas de esta modalidad radica en que se facilitan las cosas para el comprador, ya que, obteniendo una hipoteca ya existente, conocerá todas las condicionantes que la misma tiene antes de adquirir la deuda, conociendo esto puede hacer un negocio que le resulte extremadamente favorable, tanto en los intereses, la cuota del préstamo y la duración del mismo, sin tener que buscar un banco que le otorgue la financiación que necesita, ahorrándose las esperas y los trámites engorrosos.
  • Ahorros en los pagos de comisiones, tasaciones y costos derivados son otras de las ventajas que ofrece subrogar una deuda hipotecaria, lo que estimula más a la hora de hacer negocios con este modelo, favoreciendo el no tener que abonar gastos en tramites, que suelen acrecentar el número final en una venta de inmuebles.
  • En estos casos el comprador también ahorra en los costos fiscales, impuestos a la hipoteca nueva, como así también el vendedor, quien se ahorrará de pagar costos de cancelación de la hipoteca, honorarios y costos varios de registros.